Previo al lanzamiento de singles que
anuncien la inminente llegada de La
Papessa la primera noticia de Lido
Pimienta este año fue una versión de “Work”.
Ya saben, aquel hit indiscutible que goza ahora de una machacona existencia,
donde Rihanna en su faceta más
caribeña arrastra las palabras casi surcando a lo inentendible. En la versión
de Lido tanto su cándido tono de voz como la jerga colombiana le otorgan un
segundo enfoque y mayor fluidez rítmica a la narrativa en la canción.
Si la versión original ubica al
personaje de Rihanna estancado en los vaivenes de una relación conflictiva
centrada en lo sexual (“work” es
jerga caribeña para el sexo) el cover otorga cierto giro al personaje de Lido,
presentándola como una mujer de clase obrera (“camellar” en jerga colombiana es trabajar) entrando el cover no
es un caso anecdótico, resulta perfecto preámbulo para los contenidos de La Papessa, un disco de notoria madurez
para la colombiana.
En primera instancia y escucha destaca
el perfecto maridaje entre melodías pop modernas y la experimentación con ritmos
globales, yendo del synth-pop caótico en “La
Ruleta” al reggaetón-mántrico-arabesco de “Quiero Jardines”, pasando por la sombría cumbia distorsionada de “En Un Minuto”. El uso de múltiples
estilos en una misma producción musical a veces suele ser un pecado que
dificulta la conexión con el oyente, por suerte el hilo que vuelve hermanas las
nueve canciones es la narrativa de Lido, dueña de frases honestas que se
convierten en historias de amor y sobrevivencia.
Ya que se habla de historias, La Papessa también es un vehículo de
lucha ante demonios que afectan hoy en día tanto a Lido como el resto del mundo.
“Agua”
y “Quiero Jardines”, canciones que
abren y cierran el disco respectivamente, narran la importancia de los recursos
naturales a la par de la preservación de la vida nativa. En “Al Unísono Viajan” se superponen voces
narrando historias de migración de los pueblos indígenas con cierta magia. Son
temas que en voz de Lido son plasmados con tal pureza que otorga vergüenza
saber el trato que les otorgan las autoridades en el continente.
Como contraparte, el lado menos
frágil del disco es destinado al feminismo. “La Capacidad”, segundo single escogido, la protagonista cuestiona
el rol que la heteronormatividad ha entregado a la mujer a lo largo de siglos
de historia para luego concluir “yo no
nací para retrasar el feminismo mundial”. “En Un Minuto”, junto a Andrea
Echeverri, de modo más sombrío se busca crear conciencia y freno a los
abusos de una relación tóxica.
En conclusión, Lido Pimienta entrega una obra que destacada
tanto por su madurez de discurso como en la creatividad artística. Es nada
fácil hablar de puntos bajos cuando la expresión del artista es entendida,
aceptada y gozada por el público. No gusto de hablar sobre el futuro con seguridad
pero, pese a ello, no cuesta ver a La
Papessa como un próximo referente tanto de la música independiente
latinoamericana como también incentivo a la lucha por causas justas.
En menos palabras: es un triunfo.
Escrito para Lima Futura.
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